La disfunción sexual es la dificultad para disfrutar de los diversos aspectos de la experiencia sexual: deseo, excitación, orgasmo y resolución. En el caso de los hombres, las disfunciones sexuales más frecuentes son la eyaculación precoz y la disfunción eréctil o impotencia, que aumenta a medida que van cumpliendo años.
Sin embargo, en los menores de 30, la mayoría de los casos de disfunción eréctil es por motivos sicológicos (como estrés o algún trauma) o “por estrés de rendimiento”, es decir, se presenta en hombres que sienten inseguridad por su erección, a pesar de que ésta sea normal o porque sienten la presión de ser el mejor, lo que les genera una sobredosis de adrenalina, que dificulta la erección.
Sobre esta disfunción por estrés de rendimiento, el Dr. Rodrigo Leyton, Past President de la Sociedad Chilena de Urología, explica que el estrés agudo, es decir, el miedo a situaciones presentes en el momento produce secreción de una hormona llamada adrenalina, la cual actúa en todo el organismo. Uno de sus efectos es que produce “vasoconstricción” de algunas arterias, esto significa que cierra algunas arterias, como las del pene. Al disminuir la presión de sangre en su interior, no se logra la erección.
El especialista asegura que a los hombres que más le suele afectar son aquellos con poca tolerancia al fracaso, con pareja sexual nueva, con un trabajo estresante, con una mala imagen de su pene (siente que es pequeño) o por tener el recuerdo de no haber logrado la erección en ocasiones anteriores. “Si la situación no es controlada por el mismo paciente y no cuenta con el apoyo de su pareja, puede desencadenar en un problema más permanente. Muchas veces aparece eyaculación precoz e, incluso, puede derivar en depresión y aislamiento”, indica el urólogo.
Disfunción que tiene solución
El tratamiento para quienes suelen manifestar disfunción por estrés de rendimiento debe ser adaptado a cada paciente, considerando su estilo de vida y situación personal.
“El uso de inhibidores de la fosfodiesterasa 5 puede ser un apoyo inicial, pero puede llevar al paciente a una dependencia psicológica del fármaco. Para estos casos, lo mejor es la psicoterapia y el aprendizaje de técnicas de control de estrés. Es importante destacar que la causa más frecuente de impotencia o disfunción eréctil es orgánica, es decir, tiene un origen en una enfermedad física y no psicológica. Y dentro de estas enfermedades las más frecuentes y preocupantes son las que producen obstrucción permanente de las arterias, ya que de la misma forma que tapan las arterias del pene, pueden tapar las del corazón. Es por esto que un adulto mayor de 40 años, que comienza con problemas de erección, debe ser estudiado por su urólogo”, advierte.
Lo importante entonces, es consultar en forma oportuna y tratarse con un especialista para disfrutar de una vida sexual plena.