Empoderamiento y Autoestima
El principal objetivo de este cuaderno es empoderar a tu hijo/a. Empoderar significa desarrollar en una persona la confianza y la seguridad en sí misma, en sus capacidades, en su potencial y en la importancia de sus acciones y decisiones que influirán positivamente en su vida.
El autoconcepto es la imagen que tenemos de nuestras propias cualidades y defectos, de lo que somos y podemos hacer. Esta autoimagen puede gustarnos o no; puede que la aceptemos o que no nos guste. Esa valoración que hacemos de nosotros mismos es lo que se denomina autoestima. La autoestima es muy importante porque influye enormemente en la forma en que nos relacionamos con los demás y en cómo afrontamos nuestros problemas.
Muy a menudo, los niños con TDAH tienen dañada la autoestima. Síntomas como la hiperactividad, la falta de atención o la impulsividad pueden afectar a su relación con amigos y familiares. Por ese motivo, los niños/as con TDAH tendrán en su mochila socioemocional un conjunto amplio de fracasos que hacen que no tengan buen autoconcepto y por ende, tengan una baja autoestima.
Teniendo en cuenta que la autoestima es la que nos impulsa y nos da energía para seguir con los desafíos y metas de la vida, fortalecerla durante la infancia del niño/a con TDAH es fundamental para dotarles de seguridad y confianza en sí mismos, para aceptar sus fracasos y asumir nuevos retos y responsabilidades.
Conocer para ayudar
Es muy probable que cuando escuchaste el término TDAH por primera vez muchos pensamientos y dudas hayan pasado por tu cabeza generando incluso algún grado de ansiedad, temor e incertidumbre.
Para tu tranquilidad, esto es lo que usualmente nos ocurre cuando no conocemos muy bien un tema o manejamos ideas equivocadas sobre él. Nuestro cerebro nos hace trampa y tiende a exagerarlo o subestimarlo.1
Por lo tanto, cuanto más conozcas sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y puedas comprender la razón detrás de cada situación que vivas a diario con tu hijo o hija, te sentirás mejor preparado para ayudarlo a transitar el proceso de entender, manejar y controlar el TDAH con las herramientas necesarias para disfrutar a plenitud cada etapa de su vida.2
Comencemos a conocer el TDAH… ¿De qué se trata?
TDAH es la sigla empleada para denominar al “Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad”. Se considera un trastorno del neurodesarrollo debido a que se origina a partir de una alteración del proceso de maduración del sistema nervioso del niño o niña, afectando diferentes funciones necesarias para regular la atención, el aprendizaje, la comunicación, la actividad motora, el control de los impulsos y las emociones.3,4
Toda persona con diagnóstico de TDAH puede describirse como “neurodiversa”, lo que significa que hay una diferencia en la forma en que funciona el cerebro.2
El TDAH tiene 3 características fundamentales:2,3
- Inatención, definida como la incapacidad para mantener la concentración.
- Impulsividad, que se evidencia con actos precipitados que se producen en el momento, sin pensar.
- Hiperactividad, que corresponde al exceso de movimiento que no se corresponde con el entorno.
¿Es frecuente el TDAH?
Es más frecuente de lo que imaginas: se considera el trastorno del neurodesarrollo más frecuente en la infancia y adolescencia.
¿Qué señales podrían indicarme que mi hijo o hija tiene TDAH?
Existe una gran diversidad de conductas entre los niños de la misma edad y eso se debe a que el neurodesarrollo ocurre a un ritmo diferente en cada caso.5
Es por eso que muchos niños tienen, ocasionalmente, dificultad para permanecer sentados y quietos, esperar su turno, prestar atención, o se muestran inquietos y actúan impulsivamente.
Sin embargo, existen señales de alerta que podrían indicarte que estas conductas son manifestaciones del TDAH si se presentan antes de los 12 años, como, por ejemplo:6
- La falta de atención, la hiperactividad y/o la impulsividad persisten durante 6 meses o más.
- Las conductas son inapropiadas para el nivel de desarrollo del niño o niña.
- Las consecuencias de sus conductas lo o la perjudican.
- Las manifestaciones se presentan en diferentes contextos: en el colegio, en la casa, con la familia, con los amigos, en juego, al practicar un deporte.
- Interfieren con su funcionamiento social, escolar o reducen su calidad.
Sabemos que identificar la inatención, la hiperactividad y la impulsividad no es tarea fácil. Por eso, a continuación, describimos algunas conductas que podrían ayudarte a salir de dudas. 2,6
Podría tener inatención si a menudo ocurren al menos 6 de las siguientes conductas:
- No logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores en las actividades escolares, por descuido: parece no aprender de los errores.
- Tiene problemas para mantener la atención en las tareas o actividades que le resultan aburridas o que toman mucho tiempo.
- No cumple las instrucciones y no logra completar las actividades escolares, las tareas del hogar (p. ej., pierde la concentración, se desvía de la tarea).
- Tiene problemas para organizar tareas, actividades y manejar su tiempo.
- Evita, le disgustan o se niega a hacer tareas que requieren un esfuerzo mental durante un periodo prolongado (como las actividades o las tareas escolares).
- Pierde cosas necesarias para las tareas y actividades (p. ej., materiales escolares, juguetes, lápices, ropa, libros, teléfonos celulares).
- Se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
- Se distrae con facilidad, constantemente cambia de una actividad a otra.
Podría tener hiperactividad o impulsividad si a menudo ocurren al menos 6 de las siguientes conductas:
- Se mueve nerviosamente o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento.
- Se levanta de su asiento en situaciones en las que se espera que se quede sentado.
- Corre o trepa en situaciones en las que no es adecuado.
- No puede jugar o participar en actividades recreativas de manera tranquila.
- Está en constante movimiento y actúa como si “lo impulsara un motor”.
- Habla de manera excesiva.
- Responde antes de que se termine la pregunta.
- Le cuesta esperar su turno.
- Interrumpe a otros o se entromete conversaciones o juegos.
- Parece tener poco sentido del peligro y asume conductas de riesgo.
Si identificas alguna de estas señales de alerta, te recomendamos consultar a un especialista en salud mental, neurólogo o a tu pediatra de confianza quien confirmará el diagnóstico y elaborará, con participación de la familia, el plan de tratamiento idóneo para tu hijo o hija.2
¿Por qué es importante identificar y tratar el TDAH tempranamente?
El TDAH produce un gran desajuste en niños, adolescentes y más adelante también en adultos, interfiriendo con muchas áreas del funcionamiento normal y pudiendo generar importantes problemas en su desarrollo.7
Tu rol como padre o madre es fundamental en el tratamiento de tu hijo o hija, aportando la base emocional y de seguridad, su fuente de autoestima, aceptación y la referencia de los modelos a seguir que son, en definitiva, los que promueven su desarrollo.7
Estando bien informado podrás ser parte activa de su tratamiento, de la mano del profesional de la salud.
Mitos y Realidades Sobre el TDAH
Como puede suceder con cualquier tema de salud, existen muchos mitos acerca del TDAH, a continuación, te invitamos a explorar los más frecuentes. Recuerda que el conocimiento certero es la base para brindar la ayuda más efectiva a tu hijo o hija con TDAH.
MITO 1: Si no hay hiperactividad, no es TDAH.
Efectivamente este es un mito. El TDAH se puede presentar de 3 formas diferentes, con o sin hiperactividad, según qué tipo de síntomas sea más evidente.3
- Con predominio de falta de atención: las manifestaciones de inatención que describimos previamente son las más representativas.
- Con predominio de hiperactividad/impulsividad: son más notables las manifestaciones del listado correspondiente.
- Presentación combinada, donde síntomas de los dos tipos están igualmente presentes.
Sin embargo, el TDAH no es estático y los síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, por lo tanto, también su presentación predominante.3
Mantente atenta/o e informa a su médico cualquier cambio que observes en la conducta de tu hijo o hija.
MITO 2: Seguro lo va a superar si se concentra, presta más atención y pone de su parte.
Este es un mito bastante frecuente, sin embargo, los avances de las neurociencias han aportado suficientes argumentos para rebatirlo.
Existen sutiles diferencias estructurales, funcionales y de desarrollo en el cerebro de las personas con TDAH, entre ellas, un retraso en la maduración del área prefrontal responsable de regular la concentración, la conducta y la toma de decisiones.2
Por lo tanto, los niños no pueden superar los síntomas del TDAH “tratando de concentrarse más” u obligándose a “prestar atención”, hay cambios en su cerebro responsables de su conducta que solo pueden regularse mediante el tratamiento.2,8
También hay que tener en cuenta que el TDAH es hereditario.
MITO 3: El TDAH se manifiesta de igual forma en todos los niños y niñas.
¡Definitivamente, es un mito! El TDAH es un espectro de presentaciones, con muchas variables y complejidades, más allá del predominio de una forma como explicamos anteriormente.2
Cada niño es único, con diferentes habilidades y fortalezas, eso hace que puedan encontrar algunas tareas y actividades más difíciles que otras. Sus habilidades son el resultado de una combinación de sus genes, sus experiencias en la infancia y lo que han aprendido hasta ese momento de sus vidas.2
Eso explica la variedad que podemos ver entre diferentes niños con TDAH, por ejemplo, un niño puede estar muy distraído y no escuchar al profesor explicando una tarea , razón por la cual no puede iniciarla, mientras que otro niño puede haber escuchado y entendieron la tarea, pero les resulta difícil planificar y organizar su trabajo. Al final, ninguno de los dos niños completa la tarea con éxito por motivos diferentes.2
Existen también diferencias en las manifestaciones del TDAH entre niños y niñas. Las niñas a menudo compensan cualquier dificultad que estén experimentando enmascarando su TDAH y son más propensas a experimentar mal humor, ansiedad y depresión.2
Por tanto, cada niño y niña es diferente y su cerebro es tan único como su huella digital.2
En la medida en que conozcas a tu hijo, observes las manifestaciones de su TDAH e identifiques sus fortalezas, serás un colaborador activo en su tratamiento.
MITO 4: El TDAH es una forma de justificar la mala conducta.
Si pudieras por un momento ponerte en los zapatos de tu hijo o hija con TDAH para sentir y experimentar la vida desde su perspectiva, seguramente llegarías a la conclusión de que, definitivamente, este es un mito.
La vida para los niños y niñas con TDAH suele ser bastante más difícil que para sus pares. Día a día tendrán que hacer frente a múltiples desafíos y frustraciones, pasando por problemas con sus amigos para terminar un juego, olvido de las tareas para la escuela que le costaron tanto esfuerzo el día anterior, interrupciones constantes, etc.7
Esta frustración continua hace que algunos niños y niñas manifiesten conductas agresivas, ya sea mediante peleas o destruyendo objetos; otros manifiesten dolores de cabeza o de estómago; otros oculten sus emociones para que no conozcan cómo se sienten realmente.7
En general, tienen pocas experiencias gratificantes que les hagan sentirse valiosos y competentes, siendo frecuente que la única atención que reciban sea al momento del reto y del castigo. Los niños con TDAH se sienten incomprendidos, los demás creen que ellos mismos pueden controlar su conducta, cuando en realidad no es así. Por eso, si son hiperactivos, se les suele decir que son “malos” y sin son distraídos, “vagos”.7
REFERENCIAS:
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La terapia cognitiva de Aaron Beck. Disponible online: https://psicologiaymente.com/clinica/terapia-cognitiva-aaron-beck. Accesado en mayo 2024 .
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ADHD Foundation. Understanding and supporting my child´s ADHD. 2022. Disponible online: https://www.adhdfoundation.org.uk/wp-content/uploads/2022/05/ADHD_FOUND_Takeda_ParentBooklet_May22_2.pdf. Accesado en mayo 2024.
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American Psychiatric Association. Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (ADHD). Disponible online: https://www.psychiatry.org/patients-families/la-salud-mental/trastorno-por-deficit-de-atencion-con-hiperactivid. Accesado en mayo 2024.
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National Resource Center on ADHD (CHADD). Preguntas frecuentes sobre el TDAH. Disponible online: https://chadd.org/wp-content/uploads/2019/08/CHADD-Fact-Sheet_Spanish_FAQs_v2.pdf. Accesado en mayo 2024.
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Cuevas Cervera, JL. Neurodesarrollo en los dos primeros años, ¿todo bien?. En: AEPap (ed.). Congreso de Actualización en Pediatría 2023. Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2023. p. 195-205. Disponible online: https://www.aepap.org/sites/default/files/pag_195_205_neurodesarrollo.pdf. Accesado en mayo 2024
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Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC). Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Síntomas y diagnóstico del TDAH. Disponible online: https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/adhd/diagnosis.html . Accesado en mayo 2024.
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Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos. Niños y niñas con trastorno por déficit de atención y/o Hiperactividad (TDAH). Pautas para padres y madres.2023. Disponible online: https://www.ceapa.es/wp-content/uploads/2021/02/NIÑOS-Y-NIÑAS-CON-TRASTORNO-POR-DÉFICIT-DE-ATENCIÓN-Y-O-HIPERACTIVIDAD-TDAH.pdf. Accesado en mayo 2024.
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Harvard Health Publishing. 5 things parents and teachers need to know about ADHD. Disponible online: https://www.health.harvard.edu/blog/5-things-parents-and-teachers-need-to-know-about-adhd-2017102712643 . Accesado en mayo 2024.
Material creado con fines informativos dirigido a público general y pacientes, revisando por el Departamento Médico de Abbott. Este contenido no pretende ser sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento del profesional de la salud tratante. Si experimenta cualquiera de los síntomas mencionados, debe comunicarse con su médico u otro proveedor de atención médica calificado para obtener asesoramiento.