Además de algunas dificultades académicas y sociales en jóvenes y adolescentes con TDAH existe el riesgo adicional de presentar accidentes, desarrollar abuso a sustancias o tener una tendencia hacia la criminalidad que, sin duda, pueden afectar su bienestar y desarrollo.
Accidentes
Los niños con TDAH presentan un riesgo significativamente mayor de sufrir accidentes y lesiones no intencionales en comparación con las personas que no lo padecen. Los estudios indican que quienes presentan altos niveles de hiperactividad y un trastorno de conducta adicional (depresión, ansiedad, trastorno de conducta desafiante en niños o abuso de alcohol y drogas en jóvenes) presentan un riesgo especial, lo que los hace propensos a sufrir estos accidentes.
Por otro lado, el riesgo varía según la edad. Se sabe por varios estudios clínicos que los accidentes y lesiones alcanzan su punto máximo entre los 9 y 12 años y entre los 18 y 25 años. Fracturas, intoxicaciones y lesiones por quemaduras, incluidos los accidentes de tránsito (como peatones) son notablemente mayores en los grupos de menor edad, especialmente entre los 5 y los 9 años. A medida que las personas crecen, la naturaleza y la gravedad de las lesiones pueden cambiar, siendo entre los jóvenes los accidentes de tránsito los más comunes, por conductas de manejo riesgosas e infracciones de tránsito repetitivas, sin importar el vehículo (carro o motocicleta) presentándose en mayor medida las lesiones por traumatismo craneoencefálico.1
Abuso de Sustancias
Si en mi familia no hay personas que abusen de sustancias, ¿Por qué mi hijo desarrollaría este trastorno?
Aunque el abuso de sustancias puede tener una parte hereditaria, la mayoría de los casos se da por “socialización”. Una causa importante para el desarrollo de este trastorno en niños y adolescentes con TDAH es el tabaquismo. Existe evidencia de que más del 50% de los adolescentes con TDAH que fuman, llegan a desarrollar algún tipo de abuso en la adultez temprana. Las razones incluyen la influencia de compañeros de la escuela/trabajo que consumen nicotina, lo cual incrementa el riesgo de abusar de sustancias debido a la accesibilidad y conveniencia (como el alcohol, marihuana, etc.). El inicio del consumo de tabaco en personas en crecimiento y desarrollo puede provocar cambios en la forma en que se organizan y conectan las neuronas y otras estructuras cerebrales, aumentando la probabilidad de alteraciones en el comportamiento y de abuso de sustancias en el futuro.2
De hecho, los adolescentes con TDAH tienen entre 4 y 5 veces más probabilidades que otros adolescentes de desarrollar un consumo excesivo de cigarrillos y marihuana después de haber probado estas sustancias una sola vez.3
En ocasiones, entre los adolescentes con TDAH también existen enfermedades asociadas, (como los trastornos de conducta) que pueden aumentar más las posibilidades del consumo y abuso de alcohol y tabaco o los trastornos del estado de ánimo (depresión, ansiedad) en los que parece que el riesgo de consumo de drogas ilícitas es mayor.3
Por otro lado, estas dos situaciones pueden orillar a nuestros jóvenes a tener problemas con la justicia por la mayor probabilidad de cometer delitos menores, como infracciones de tránsito y exceso de velocidad, así como delitos que pueden llevar al encarcelamiento como robo a propiedad privada, portación de armas, consumo y venta de drogas, entre otros.4
Estos delitos son en su mayoría cometidos por hombres, sin embargo, ambos pueden llevar a cabo delitos con violencia, siendo el riesgo en hombres 5 veces mayor en comparación con otros jóvenes sin TDAH, y 2.5 veces mayor que en mujeres con TDAH.5
¿Es posible prevenir estas situaciones?
¡Por supuesto! El diagnóstico en la niñez del TDAH y su tratamiento oportuno es muy importante. De esta manera se puede mejorar la atención y reducir la impulsividad. Además, el estar atento a comorbilidades como la depresión o ansiedad puede ayudar a identificar a tiempo cuestiones de riesgo que pudieran detonar algún abuso de sustancias y conductas delictivas. Es necesario, además, tener un acompañamiento psicológico, para aclarar dudas y preguntas que surjan respecto a distintos temas que son de relevancia para nuestros adolescentes.1-4
¡Juntos Podemos Hacer la Diferencia!
Ser padres de un adolescente con TDAH puede ser un desafío, pero también es una oportunidad para marcar una diferencia en la vida de nuestros hijos. Cada día es una nueva oportunidad para guiarlos y apoyarlos a superar los obstáculos que enfrentan. Una familia que escucha puede crear un entorno donde se sientan seguros, comprendidos y capaces de alcanzar su máximo potencial.
Referencias:
- Brunkhorst N, Libutzki B, Reif A, et al. ADHD and accidents over the life span – A systematic review. Neurosci Biobehav Rev. 2021;125:582–591.
- 2. Zulauf C, SprinchS, Safren S, et al. The Complicated Relationship Between Attention Deficit/Hyperactivity Disorder and Substance Use Disorders. Curr Psychiatry Rep. 2014;16(3): 436.
- Miranda A, Colomer C, Berenguer C, et al. Substance use in young adults with ADHD: Comorbidity and symptoms of inattention and hyperactivity/impulsivity. Int J Clin Health Psychol. 2016;16:157-165.
- Fletcher J, Wolfe B. Long-term Consequences of Childhood ADHD on Criminal Activities. J Ment Health Policy Econ. 2009;12(3):119–138.
- Ångström A, Andersson A, Garcia M, et al. Criminal convictions in males and females diagnosed with attention deficit hyperactivity disorder: A Swedish national registry study. JCPP Advances. 2024;4:e12217.
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