En otros artículos hemos abordado muy ampliamente los síntomas del TDAH como la falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Ahora tocaremos un tema que no se aborda mucho, pero que tiene que ver con la forma en la que los niños y adultos con TDAH procesan sus emociones. Nos referimos a la regulación emocional.
¿Qué es la regulación emocional?
Es el proceso mediante el cual las personas ajustan sus emociones y cambian su comportamiento para lograr objetivos, adaptarse a diferentes situaciones o mejorar su bienestar personal y social.1,2
¿Cómo afecta el TDAH a la regulación emocional?
Las personas que padecen TDAH a menudo tienen impulsividad e inestabilidad emocional, baja tolerancia a la frustración, pueden tener arrebatos de ira y reacciones emocionales exageradas, síntomas cuatro veces más frecuentes en comparación con aquellas que no lo tienen.2,3
Esto impacta negativamente en la vida personal y social de la persona con TDAH y su familia, además de que evidencian mayor riesgo a padecer accidentes, problemas familiares y conductas inapropiadas.3
¿Por qué el TDAH afecta a la regulación emocional?
Durante muchos años solo se ha hablado de los principales síntomas que llevan al diagnóstico, pues son los más evidentes. Los síntomas motores y de inatención, como hemos revisados en notas anteriores, afectan el desarrollo de la memoria en el trabajo, la planificación y organización, la iniciativa, el control del comportamiento en ciertos entornos o incluso la autoevaluación.4
Esto provoca dificultades para dirigir el pensamiento, el comportamiento y las emociones para resolver problemas, lo que puede afectar las relaciones de la persona que vive con TDAH con las de su entorno.2,4
A la larga, las alteraciones emocionales implicarán una mayor discapacidad que las atribuidas a la falta de atención e hiperactividad, ya que esto será determinante en el desarrollo de la personalidad.4
¿Cómo puedo ayudar a una persona con TDAH a controlar sus impulsos?
Controlar las emociones puede ser un desafío, pero hay estrategias que pueden ayudar:
- Reconocer las emociones: El primer paso es identificar lo que estás sintiendo. Puedes llevar un diario emocional para anotar tus sentimientos y las situaciones que los desencadenan.2
- Respirar profundamente: Cuando sientas que estás a punto de actuar impulsivamente, toma unos momentos para respirar profundamente, alejarte mentalmente del evento que te causó enfado, reenfocar tu atención fuera de él y buscar otra emoción que te ayude a rebatir la situación actual. Esto puede ayudar a calmarte y pensar con más claridad.2
- Realizar ejercicio físico: El ejercicio regular puede ayudar a reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo, el bienestar y desahogo.2
- Buscar apoyo: Habla con amigos, familiares o con un sicoterapeuta; incluso tu médico tratante puede proporcionarte perspectivas y estrategias adicionales para manejar tus emociones.2
¡Expresa tus emociones!
- Comunicación asertiva: Cuando hayas dominado tu emoción, procura expresar lo que sientes manera clara y respetuosa. Quizá podrías empezar con frases como: “me siento así por esto…, no estoy de acuerdo por…” en vez de utilizar frases de recriminación a otros como: “tú siempre haces esto…, estás equivocado…”. Esto te ayudará a ganar el respeto de los demás y a aumentar tu autoestima.5
- Establece límites: Aprende a decir no y a establecer límites saludables; no dudes, sé directo. No es necesario que des una explicación: si tú sientes con la necesidad de explicar tu negativa, hazlo de manera breve.5
El control de los impulsos y emociones es una práctica continua, que le permitirá a la persona con TDAH no solo canalizar sus emociones, sino también organizar con eficacia la toma de decisiones, la resolución de conflictos, la flexibilidad y la creatividad de pensamiento. Es esencial que como papás, hermanos o familia en general ayudemos a que busquen sus propias opciones, reflexionen sobre los puntos específicos que le producen inestabilidad emocional y las circunstancias que reavivan de forma inmediata sus emociones para que por sí mismos busquen sus soluciones.2
¡Recuerda!
Es fundamental conocernos y comprendernos a nosotros mismos para poder hacerlo con los demás. Al alcanzar el autoconocimiento, somos capaces de ejercer autocontrol, ya que somos conscientes de lo que nos afecta o nos causa malestar, así como de lo que nos pone de buen humor y nos alegra la vida, pudiendo manejarlo a nuestro favor. Con la práctica constante de acciones y pensamientos positivos, logramos controlar los momentos negativos y, por ende, nuestras reacciones.6
Referencias:
- Gómez O, Calleja N. Regulación emocional: definición, red nomológica y medición. Rev Mex Inv Psicol. 2016;8(1):96-117.
- Alpízar A. Desregulación emocional en población con TDAH: una aproximación teórica. Rev Costarric Psicol. 2019;38(1):17-36
- Surman C, Biederman J, Spencer T, et al. Understanding deficient emotional self-regulation in adults with attention deficit hyperactivity disorder: a controlled study. Atten Defic Hyperact Disord. 2013;5(3):273-281.
- Alberdí I, Pelaz A. Emocionalidad y temperamento en el transtorno por déficit de atención con o sin hiperactividad. Rev Neurol. 2019;69:337-341.
- Mayo Clinic. Adopta una actitud asertiva: reduce el estrés y comunícate mejor [Consultado el 18.03.25] Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/assertive/art-20044644
- Cano S, Zea M. Manejar las emociones, factor importante en el mejoramiento de la calidad de vida. Rev LOGOS Ciencia y Tecnología. 2012;4(1):58-67.
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